miércoles, 23 de junio de 2010

UN DIA MAS PARA DESAPARECER

I
Había una vez, unos ojos que se escondían en el humo de una boca tan callada como las hojas de los árboles, los ojos solían volar con sus alitas de colores por los pasillos del palacio, la leyenda cuenta que si los sigues ellos te guiaran a la puerta de principal de gran salón, donde duerme la bruja, pero tienes que ser cuidadoso, la pobre esta loca, pero guarda en su vestido tejido de su cabello un pequeño saco de palabras que pueden resolver toda duda viva y por nacer, todo enigma, todo problema y todo dolor…
las palabras se abrirán y un mundo se destrozara, la paz volverá a las manos de la ira y el
dolor matara toda felicidad en los ojos de quien ose  robarlas…”
II
“…sigue caminando, nunca te detengas, recuerda, el piso no es real, no le temas.
Vas a encontrar un reloj, que te dirá la hora en la que todos morirán, no la olvides, esa es la única forma de salir libre.
Ya afuera del túnel, te encontraras con ejércitos montados de enormes corceles, síguelos, pero guarda silencio, tus pisadas te podrían delatar, que no te escuchen nunca, Recuerda mantente callado, en el desierto del silencio un solo sonido te podría matar.
Poco a poco notaras que están muriendo, todos, no te asustes, es normal han luchado demasiado por mantener el universo vivo. Pero presta atención, uno de ellos carga consigo una flor en sus manos, metida en una jaula de cristal, el será el ultimo en caer, y caerá a la llegada del mar. Apoderarte de la flor es tu cometido, tómala y sácala de la jaula, pero nunca la sueltes podría huir.
Camina hacia el mar y sumérgete, nada hacia dentro la flor te guiara hacia…”
III
Sigue, y seguirá existiendo por toda la eternidad esta leyenda.
Allí donde las sombras ya no quieren seguir, allí donde la luz total ha muerto y la penumbra abrasadora vive, se encuentra una luz, un pequeño farol perdido en la eternidad del tiempo y el amanecer de las galaxias,
Se dice que esa luz solo podrá ser prendida por aquel que respire fuego y sus lagrimas sean tan brillantes que iluminen sus pasos, por aquel cuya esperanza a muerto, aquel cuya vida se niega ha irse por miedo, aquel desertor, aquel que ha  traicionado todo y a todos, aquel cuyo dolor ha tomado poder de si, pues solo un ser tan destrozado podría llegar a los confines del alma de la galaxia sin miedo.
Este ser llegara sin notarlo ha esta luz, y la luz se despertara llevándose todo, a las diez noches con diecinueve lunas…
IV
Sus sonidos perdidos en las nubes son imperceptibles, lo se, pero yo la escucho, escucho sus pisadas, escucho su piel, escucho sus brazos rompiendo nubes.
Odio tener que decir que es hermosa, odio pensar que alguien leerá tal vez esto algún día y la imaginara como realmente es, y la vera, como yo la veo, lo se, se volverá loco, perderá todo con tal de no perderla a ella.
V
La gente teme a los ojos de las hojas de los árboles muertos, pero no se puede hacer nada más para llegar a la gran entrada de Nashvactrik, la tierra del placer, de los sueños, de los cíclopes, sirenas, unicornios, hadas, magos, duendes, brujas, princesas.
Todo quien la busca no vuelve mas, por eso se dice que no existe, que la gente no vuelve por que en su búsqueda muere, que los árboles cierran todo paso, se arremolinan, y matan a todo que vea las enormes puertas doradas. Pero, ¿como es que lo saben si nunca ha vuelto nadie ha decirlo, como saben que las puertas son doradas, como saben que no existe, como saben que los árboles están muertos en realidad, como saben si un hada es un hada, que un cíclope es un cíclope, que es un unicornio?
VI
Por la mañana
La luz de tus piernas estrella en mi cuerpo,
Por la mañana
Tu aliento despiadado rompe en mis labios,
Por la mañana
La ilusión de tus alas me arrulla de nuevo.
QUE HICE PARA MERECER TUS BRAZOS?
QUE HICE PARA MERECER TUS ENCANTOS?
QUE HICE PARA NO MORIR?
Por la mañana la luz del sol rompe en el aliento de las ilusiones de todos, por la mañana las ordenes llegan, por la mañana empezamos a caminar de nuevo.
VII
Las estrellas color cian, amarillas, rojas, verdes, azules, blancas, todas pueden estar muertas en el instante en que la vez.
Que lenta nos llega la muerte, a cuantos años luz podemos estar de sus manos, y aún seguir brillando.
VIII
Yo recopilo estrellas en tu vientre, junto fuerzas en mis brazos, junto palabras entre mis dientes que me digan cuantos pasos hacen falta para llegar, llegar corriendo al único lugar de tus ojos que conozco realmente.
Te compro tus piernas, te vendo mi pecho, ruego por tus cabellos y pido por mis miserias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario